María Suárez Toro, Escribana
10 de julio 2018

Perdieron tanto que ni siquiera habían alcanzado a contabilizarlo todo cuando llegó el grupo de CRAFTCO Guatemala a trabajar con ellas en la escuelita convertida en albergue cuando los embates de Volcán de Fuego a escasos 27 kms de la capital, las arrebataron de todo, menos sus vidas.

Foto por CRAFTCO Guatemala

Son las sobrevivientes de un exabrupto de la naturaleza que Guatemala que ha dejado huellas indelebles en sus vidas, junto con las marcas visibles del desplazamiento, sin retorno, de sus tierras y comunidades, la muerte de hijos, hijas y familias enteras y las pertenencias soterradas en ceniza y lava.

En el refugio temporal en una escuela pública en el Albergue Mario Méndez Montenegro en  habitan unas 200 personas de las cuales 144 son mujeres. Fueron desplazadas de El Rodeo y otras comunidades en Departamento de San Marcos.

El Rodeo, un municipio en el San Marcos departamento de Guatemala , fundada el 12 de marzo de 1834 que desde 1954 fue conoce como San José el Rodeo hasta que quedó soterrado el 3 de junio, 2018.

Dice el dicho popular que mientras haya vida hay esperanza, pero la verdad es que en circunstancias limite como esas, la esperanza se tiene que nutrir, no es tan espontánea.

Foto por CRAFTCO Guatemala

Foto por CRAFTCO Guatemala

El primer eslabón de ese alimento para el alma es “saber  y sentir que hay gente que sabe y le importa lo que nos ha pasado”.

Rompe el aislamiento, han dicho mujeres víctimas de otros desastres naturales en Haiti, cuando el terremoto en 2010, en Nicaragua cuando el Mitch a finales de los noventa y mas recientemente en Puerto Rico con el impacto de los huracanes Irma y María en el 2017.

Foto por CRAFTCO Guatemala

Foto por CRAFTCO Guatemala

A estas dos necesidades sociales inmediatas es a lo que respondió Haydee Marie Maldonado de CRAFTO Guatemala, apelando a sus familiares, amistades y personal para ir a pasar un rato todas las tardes, llevando material para la confección de bienes para ellas como bolsas para guardar sus pocas pertenencias, espejos para su auto-cuido y también la confección de artesanías que aprendieran a hacer. El tiempo

Todas las tardes durante las primeras dos semanas de refugio, se sentaban a confeccionar cosas que les sirvieron para ellas mismas y para vender. El rato placentero, el trabajo creativo con las manos y la colectividad reconstruida entre visitantes y refugiadas fue importante.

No se si la directora de CRAFTCO lo recuerda, pero después del Huracán Stan, cuando apenas era una joven estudiante, fue con Escribana a conocer a las mujeres desplazadas de sus tierras y preguntarles lo que necesitaban en lo inmediato, además de dejarles saber que no estaban solas .

Era un lugar en San Lucas y lo que le llamó la atención a Haydema fue una gran pila de ropa instalada en el mismo medio del poblado refugio que había recibido la población desplazada, como para que todo el que llegara la viera.

Era una protesta silente de la población. Hubo gente que mandó so que le sobraba, es mas, mandaron lo que no necesitaban. Haydeema lo entendió porque levantó de la paila una cantidad increíble de botas para la nieve, abrigos para inviernos del Norte de las Américas y ropa occidental para las mujeres, por ejemplo.

Aprendió a preguntar qué necesitaban las mujeres antes de actuar. En aquella ocasión destacaron la importancia se der visitadas para ser escuchadas y solicitaron un segundo corte, ollas y utensilios para atender a sus familias y “cosas que hacer” en el tiempo de ocio.

En esta ocasión regresó con lo que podía dar, ya como profesional de CRAFTO, a sabiendas que el tempo de ocio sin ocupar las manos en asuntos agradables era también un atentado contra la recuperación emocional y social.

Muchas, es mas todas,  habían tenido perdidas familiares.  Eso no se sana nunca, pero la continuidad de la lucha por la sobrevivencia ayuda a colocarlo como parte de lo que hay que enfrentar en la vida.

Las conexiones hacen la solidaridad un proceso mas fuerte que muerte misma.  “aprendeos que no estamos solas y nos percatamos que la vida se sigue abriendo cauce en cada chispa de esperanza” dicen las sobrevivientes de cada pérdida. ¡Que así sea siempre!

En Guatemala las mujeres tienen que seguir construyendo esperanza en sus vidas y eso las acerca, mas allá de sus circunstancias, cuando se conectan.