Maria Suárez Toro, Escribana

En medio de los debates históricos entre hombres y mujeres y en el movimiento de mujeres mismo, si “matriarcado” es lo mismo pero opuesto de “patriarcado”, una delegación de cinco mujeres diversas – étnica, generacional, cultural y nacionalmente – fuimos a participar e el Festival sobre el tema que se realizó del 3 – 6 de julio, 2025 en Venlo, Holanda.

Teníamos en común habernos conocido antes en Costa Rica este año pasado en octubre cuando las dos que no viven en Costa Rica venieron a visitar Casa Marina en Cahuita, una en una Residencia Artística y la otra en una visita.

Supimos del Festival y todas somos de las que evitamos esa polarización innecesaria y falsamente construida sobre matriarcado. Me refiero a lo que se dice que si los hombres han dominado históricamente a las mujeres en el patriarcado, ellas buscan ahora dominar a los hombres planteando como alternativa el matriarcado.

Todas somos mujeres que hemos evadido la falsa polarización, sin negar que hay que buscar sociedades y relaciones equilibradas entre los sexos y los generaos, en las que los poderes vitales sean compartidos para vivir en armonía, paz  y justicia entre humanos y humanas y con el resto de la vida en el Planeta.

Y en esa perspectiva, unas le llamamos sociedades “matrilineales”, otras “matrifocles” y otras “matrísticas”, para afirmar que hace falta re-conocer y re-vitalizar un lugar dignificado de las mujeres en la sociedad y todas sus relaciones entre los sexos y los géneros y el resto de la naturaleza de nuestro hogar común,  Iriria, o la Pacha Mama o Gaia o el Planeta Tierra en su cosmos.

Decimos “re-conocer” y “re-vitalizar” porque ya está comprobado hasta la saciedad que en unos pasados pre-patriarcales en muchos rincones del Planeta donde habitaban agrupaciones humanas de nuestra especie maternal, gregaria  y sabiente (sapiens), existieron agrupaciones sociales diferentes a las que emergieron con el surgimiento de los patriarcados y que en esas sociedades, las mujeres así como todas las formas de vida, era venerada en igualdad de condiciones y hasta reconocida por su lugar en la regeneración del ciclo de la vida de la especie.

Así, con algo de conocimiento ancestral y muchos ganas de buscar re-vitalizar ancestrales equilibrios necesarios, las bribri de Talamanca, Haiden Mayorga, presidente de la asociación del territorio y Layli Moreno de Finca Loroco, la norte americana Joan Marler  del Instituto de Arqueomitología en California, Juliane Schonnäu, maestra de escuela de Berlin del Este y actualmente residente n Holanda y esta servidora, maestra, periodista y buceadora puertorriqueña y costarricense  del Instituto de Ciencias Ciudadanas del Mar (INMAR CRIBE) en Cahuita en Costa Rica, nos organizamos y creamos una delegación para asistir al Festival.

El evento reunió una gama de organizaciones que de alguna manera están ligadas con MISTRALAMA en Alemania y la Red de Economía Maternal del Regalo en Estados Unidos.

Unas 380 mujeres, 12 hombree y 15 niños y niñas, principalmente de Europa y  de Estados Unidos, aunque Kurdistan, Colombia y Costa Rica estuvieron presentes.

                                                                                                                                                                                    Nuestra delegacion camino a Holanda,
3 julio, 2025

Entre conferencias magistrales, talleres, baile, conciertos, presentaciones de libros, exhibiciones de arte y literatura, comida orgánica saludable confeccionada mayoritariamente por los hombres en es evento, que también cuidaron criaturas pequeñas para que las madres pudiesen participar de lleno en el evento.

Ponencias y discusiones llevaron a reconocer la necesidad de fortalecer la lucha de las mujeres y hombres por la diversidad de expresiones que apunten a la superación de la polarización que destruye tejido social, a reconocer diversas formas de nombrar la lucha por sociedades igualitarias y pacificas y a revitalizar la relación y el lugar de la especie en la familia planetaria de las que somos parte.

                                                            La Delegación Nuestra en el Festival

Desde un panel de “experiencias vividas”, así como una presentación magistral sobre la vida de Marija Gimbutas, un taller de agro ecología dirigida por mujeres de tres generaciones en Finca Loroco y un documental sobre la matrilinealidad  de las  bribri, hablando en español, el bribr, en inglés y en aleman con traducciones, logramos expresar lo que nos une en la ciencia ciudadana, la arqueomitologia y otras formas de conocimiento ancestral que caracteriza las diferentes formas de conocimiento.

“Nuestro conocimiento es científico – dice Mayorga – está fundamentado en siglos de observación en la experiencia vivida por nuestro pueblo que reconoce y vive el respeto de toda la naturaleza y  gobierna en forma propia su territorio de acuerdo a su cultura donde los clanes son una forma organizativa de heredar los legados por la via de las mujeres.” Presentó en un power point a las abuelas, explicando que su herencia en bribr, afro descendiente y Miskito y un testimonio de o que como mujer indígena le costó poder estudiar para regresarse a servir a su pueblo.

El respeto de los ciclos de la naturaleza de la vida vegetal y frutal fue desarrollado por Moreno del clan Kolwak de productores y productoras agrícolas. En su Taller resaltó que el ritual bribri, conocido como “Mano Vuelta” en español, “es una de las formas de crear comunidad a partir de llenar necesidades compartiendo quehaceres generosamente sin mediar dinero, cuando hay necesidad de colectivizar los esfuerzos”. Brindó como ejemplo el ritual ancestral de “La Jalada de la Piedra” donde las mujeres guían a los hombres comunitariamente para traer de los ríos las grandes piedras que se necesitaba en las comunidades para procesar el maíz.

 

Joan Marler, discípula de la legendaria de la arqueomitóloga lituano-estadounidense, Marija Gimbutas (1922-1994) presentó una ponencia sobre su experiencia vivida de siete  años trabajando con Gimbutas y la sistematización actual de su aporte sobre la Vieja Europa pre patriarcal del neolítico donde sociedades pacificas, igualitarias y que veneraban lo sagrado de toda la vida, precedieron las sociedades guerreristas y patriarcales. Desarrolló como Gimbutas, desde pequeña, criada en su ciudad natal de Vilnius en Lituania, vivió en una familia que formó parte de la inteligencia compuesta por pensadores y pensadoras de su cultura ancestral para resistir las invasiones rusas primero y alemanas después, aprendiendo en una escuelita libre y abierta y con una infancia ligada a gente del campo que para trabajar a tierra, invocaba le cantaba a sus deidades.

 

Esta servidora, desarrollando un resumen de la ciencia ciudadana que realizan los embajadores y embajadoras del mar en el Caribe de Costa Rica con la juventud y la niñez para relacionarme con el cuido del mar como vientre del planeta, dijo que para ella las mujeres de experiencia vivida propia, “hoy día son las reservas morales de la inteligencia mundial de una especie sapiente, maternal y gregaria, que ha perdido su rumbo.” ‘No tuvo que dar ejemplos porque el público presente tiene claro que lo que pasa impunemente en Palestina y en el mundo esta llevando a la humanidad y al planeta a una descalabro sin precedentes en la historia de la especie.

J

Juliane Schönau presentó su documental sobre las Bribri, “…”, trabajo que lleva desarrollando durante años desde que hace tres décadas estudió geografía en la Universidad Nacional de Heredia.

 

Herencia de la tierra, Guardianas de sus comunidades es el titulo de la producción en video que Juliane presento con toda la delegación y su familia el 5 de julio en el Festival.

Un recorrido por el territorio Bribro con un narrador y las voces e imagenes de las bribri en su terriotorio.

Juliane regresa a Costa rica en agrosto, 2025. presetnar el documental en terriorio Bribri y en la Universidad Nacional. de Heredia.

                                                                                           

Reporte visual: https://youtu.be/4m940HLcMZY

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Previo al Festival pasaron or París donde compitieron unos días con dos artistas parisinos, la hija de Joan, Sorrel y su marido Max Moccha di Coggiola, con quienes visitaron museos y una exquisita cena kurda.

Posterior al Festival se desplazaron a Haarlem ceca de Amsterdam,  donde conocieron la familia de Juliane y la ciudad de Amsterdam en bote. Ademas fueron al Museo donde conocieron una Exhibición Especial sobre África.