María Suárez Toro
Escribana,
1 de noviembre, 2017

 

La bulla contagiosa de las mujeres que llegaron a encontrarse en al Centro de la Mujer Dominicana el pasado lunes 30 de octubre permeó el ambiente. Ellas se estaban concentrando en una casa localizada en una esquina del Parque Convalecencia en el pleno centro de Rio Piedras cerca de la Universidad de Puerto Rico.

Abrazos, besos, risas y cientos de anécdotas acerca de las vicisitudes de la vida diaria post huracán María en los distintos rincones del Puerto Rico y las formas de sobrevivencia que han inventado.

Centro de la Mujer Dominicana

Todas son inmigrantes o amigas de las inmigrantes, que vienen desde lugares tan remotos como Ponce a 3 horas en tiempos normales y hasta seis horas tiempo post huracán. Vienen de Humacao, de Vega alta y de Mayagüez. Muchas viven en el área metropolitana de San Juan y sus alrededores.

No se sabe con exactitud cuál es el tamaño de la comunidad dominicana en Puerto Rico debido a que muchos están fuera de las estadisticas..

Han llegado a desempeñarse en el sector del empleo informal: empleada domestica, empleado de construcción, iniciativas empresariales propias,

Han llegado a recibir los paquetes de víveres y artículos de aseo que el Centro de la Mujer Dominicana ha logrado recibir de parte de la Cruz Roja y otras entidades internacionales y nacionales como la Procuraduría de la Mujer, pero sobre todo la solidaridad “civil” de la gente que entiende que muchas de las mujeres migrantes que vienen en el territorio boricua nos son sujetas a las ayudas provenientes de los organismos gubernamentales como FEMA por que no tienen estatus legal en el país.

Centro de la Mujer Dominicana

Es el caso de muchas mujeres dominicanas que han salido de su tierra natal en busca de trabajo o huyendo de la violencia de género que vivieron en los lugares dónde nacieron o en manos de sus esposos con los que salieron de su isla natal. Forzadas a migrar, sin estatus legal y caracterizadas por ser muy trabajadoras, hacen los trabajos que en Puerto Rico ya nadie quiere hacer y lo hacen sin protección legal.

Han forjado sus amistades, sus organizaciones y una nueva vida en situaciones difíciles en Puerto Rico y ahora se han visto impactadas por el huracán María. “Muchas perdieron sus humildes casas y otras perdieron sus trabajos cuando las familias para las cuales hacían trabajo doméstico ya no les pudieron pagar, o migraron ellas mismas dentro del mismo Puerto rico cuando perdieron sus casas o empezaron a sufrir violencia y agresión en refugios” dice la coordinadora del Centro, Romelinda Guillón.

Según cifras del Centro ocho de cada diez mujeres inmigrantes que viven en Puerto Rico son víctimas de agresión sexual cotidianamente. Destacan ahora que el problema está invisible en las políticas públicas de protección durante emergencias producto de desastres naturales como los huracanes “Irma” y “Maria” recientemente.

Las mujeres inmigrantes afectadas por violencia y por los embates de los huracanes han encontrando apoyo en el Centro que es dirigido por Romelinda, una mujer dominicana que como muchas, llegó a Puerto Rico en busca de una mejor vida. Ella llegó de Nueva York década y media atrás.

“Cuando llegué aquí me di cuenta de que nos había nada para la mujer migrante y por eso nos organizamos como organización de base y sin fines de lucro para apoyarnos entre nosotras mismas y buscar el apoyo de las mujeres en Puerto Rico y las instituciones para las muejres en el país” explica mientras le pregunta a una mujer que ha regresado por su ración de alimentos cómo están sus hijos y si han regresado a la escuela.

La coordinadora del Centro, Romelinda Guillón.

Las entregas de comestibles están directamente coordinadas por la coordinadora del Centro, fundado por Romelinda desde el 8 de marzo del 2003 para atender a mujeres migrantes en sus situaciones legales, sus necesidades de empleo y servicios y el apoyo frente a la agresión y violencia que sufren en su condición de mujeres.

Allí no existe el problema de que los donativos se queden estancados en los estantes, como de denuncia a diario en la prensa acerca de lo que llega por la via gubernamental Los alimentos y atículos de primera necesidad que reciben no pasan mas de un día en la bodega porque el sistema es mucho mas sencillo y está basado en el conocimiento de las mujeres y la confianza de que saben cómo los van a usar.

 

Acaba de llegar un donativo de cien camisetas escolares que inmediatamente es abierto por el equipo de distribución e incluido en los paquetes de las que tienen niños de edades escolares. “Increíble – comenta Ana – con estos uniformes no tendremos que usar nuestros chavos (dinero) para comprarlos y así podremos usarlos para alimentarnos.”

Centro de la Mujer Dominicana

Y así continua la distribución de habichuelas, arroz, aceite, agua, jabón, pastas y salsas enlatadas.“No hemos parado de trabajar aunque no tenemos luz ni agua o conectividad” explica Romelinda, aclarando que en emergencias naturales no se detiene la violencia contra las mujeres sino que se incrementa por factores como la ausencia de fuerzas policiales, el aislamiento en emergencia, entre otras causas.

Concluye que trabajar así, solidarias, juntas y juntando sus recursos y a la vez exigiendo sus derechos es parte del nuevo Puerto Rico que se necesita cambiar.

“¿Qué hay que cambiar en Puerto Rico?” le pregunto.

“!Todo! Es todo un enfoque lo que hay que cambiar”.

Ha llegado Marian también, una joven puertorriqueña de Cataño que estudia enfermería en la Universidad Central del Bayamón y tiene dos hijas. Ha llegado a traer a su amiga dominicana residente en Ponce que perdió todo el el huracán y no sabia de la existencia de una Casa que la ayudaría. Su casa perdió el techo del dormitorio y por eso vive actualmente en la sala con mis dos hijas.

“En Cataño todo está perdido, no solo por el huracán, sino porque los delincuentes se robaron los cables de cobre y por eso sabemos que seremos los últimos en recibir luz.” Afirma categóricamente que no se va del pa[pis ni va a dejar de estudiar por ella, su familia y el Puerto Rico que quiere.

Todo indica hoy, mientras realizo la entrevista, que falta por saber en el país si hay otros delincuentes de mayor envergadura que son responsables de que todo el paise estzee sin electricidad a 40 dias del huracán. La prensa está plagada de información a cerca de escandalo del contrato White Fish y salpica cada vez mas gente.

Mientras tanto, como los primeros días, la gente sobrevive ayudándose en las comunidades.

El propósito principal del Centro es asistir a las mujeres inmigrantes de Puerto Rico, en la búsqueda de soluciones a los problemas que enfrentan en su diario vivir. El centro ofrece actualmente servicios de Orientación, Trabajo Social, Apoyo Emocional, -Intercesoría Legal, Coordinación a Servicios Especializados, Asesoría Legal y Talleres Educativos,

Estos servicios van dirigidos a mujeres inmigrantes víctimas/sobrevivientes de violencia doméstica y agresión sexual.

Ellas sostienen que hay alternativas para las mujeres inmigrantes que sufren violencia doméstica y son protegidas por la Ley federal Violence Against Women Act (VAWA) es una de ellos Esta ley es un recurso para las mujeres inmigrantes víctimas de violencia doméstica y/o agresión sexual que puedan estar en riesgo de deportación.

Por medio de Ley VAWA las mujeres podrían obtener: permiso de empleo, permiso para vivir en los Estados Unidos mientras tramita su residencia permanente y obtenerla sin la ayuda de su esposo/a. Insisten en que los menores de 21 también cualifican para estos derechos.

Centro de la Mujer Dominicana
Información de contacto:
Teléfono: 787-772-9251
Correo: [email protected]